viernes, 10 de abril de 2015

SP - Aguanta un poco más

Aguanta un poco más

Había una vez una taza, muy fina, de una apariencia excepcional, digna de ser admirada y valorada en un precio muy alto. Pero esta taza, no siempre fue como ahora, esta es su historia...

Inicialmente, era un montón de barro, sucio y sin forma alguna; su creador (Dios), la tomó cariñosamente entre sus manos y la golpeó y amoldó, la tazita le gritó: "Ya basta, déjame en paz", Dios con una sonrisa dijo "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo". Luego me colocó en un horno y me sometió a temperaturas inimaginables, pensé que moría y le rogué que me ayudara, pero el con una cara llena de cariño me dijo, "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo". Cuando abrió la puerta, me puso en una repisa y conforme me enfriaba, me sentía mejor, pero de inmediato la tortura continuó, mi amo me cepillaba fuerte y comenzó a pintarme con una pintura cuyo olor no aguantaba, pensé que iba a desmayarme, le pedí "por favor detente", el solo me decía, "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo", cuando por fin terminó y pensé que todo había terminado, me mete en un horno más caluroso que el primero, pensé morir, así que lloré y grité "te lo ruego ya no más!!", el solo respondió, "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo", pensé que este si era mi fin, pero me sacó y me puso en otra repisa.

Finalmente me dió un espejo y me dijo "Mírate, esta eres tu ahora",  lo que vi no lo podía creer, era hermosa. Dios me dijo:

- Se que te dolió mucho ser golpeada y amoldada, pero si no lo hacía te hubieras vuelto barro seco.
- Se que te causó mucho dolor el horno, pero si no ponía ahí te ibas a quebrar.
- Se que te asfixió la pintura, pero sin ella tu vida no tendría color.
- Se que en el segundo horno sufriste, pero sin él, no habrías durado mucho, te quebrarías, el segundo horno te hizo fuerte y resistente.

"Ahora eres lo que tenía en mente para ti"


Dios no nos somete a procesos que no somos capaces de soportar. Si "aguantamos un poco más", seremos lo que el quería para nosotros, si nos derrumbamos impacientes, habremos rechazado su trabajo en nosotros... ¿tu qué tanto estás dispuesto a aguantar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario